

La vida cotidiana real en la Comunidad es la fuente de un aprendizaje social que se produce en un contexto de especial densidad de las relaciones sociales, el que a su vez implica, aunque de manera implícita, fuertes controles informales. La creación de varios grupos terapéuticos, combinados con las terapias individuales y los procedimientos educativos, produce una fuerte sinergia entre todas las intervenciones, puesto que aumenta la densidad de las relaciones sociales, de los procesos de aprendizaje, de la intervención terapéutica y del control informal, hasta un óptimo de rendimiento. Las evidencias demuestran que una cierta orientación sistémica contribuye a consolidar este óptimo.